“EL MUNDO DEBERÍA VALORAR EL LUGAR QUE OCUPAS Y LA
FORMA EN LA QUE LO VIVES”
° Sabemos que la publicidad no solo nos venden
productos, venden mucho más, vende
conceptos de amor, valores, belleza, educación, imagen, éxito, comodidad y lo más
importante, nos da un significado erróneo del cómo ser, vivir y pensar.
° La sociedad en la que vivimos, durante mucho
tiempo se ha encargado de señalar nuestro aspecto y nos discrimina por quienes
somos y nuestra forma de ser.
° Comprar ropa de marca y de un precio mayor, no te hará
una mejor persona, y mucho menos aumentara el valor de tu espíritu y carácter.
° El dinero que traes en tu bolsillo no representa
el nivel de tu educación.
° La talla de una persona no denomina el tamaño de
sus sueños.
° El color de tu piel, tus preferencias sexuales, tu
religión, tu nivel social y tu físico no
deberían ser causas de humillaciones y discriminación.
° El estereotipo de la mujer publicitada crea confusión
en sus espectadoras y con eso su autodestrucción.
° No solo las mujeres son víctimas de la imagen vendida
en la publicidad, también han creado en el hombre una belleza fallida a alcanzar;
dando como resultado la discriminación entre individuos.
° La felicidad y el amor de un niño no se compra en
los anaqueles de ninguna tienda de prestigio.
° Toda la
publicidad presentada contamina tu mente, matando poco a poco la esencia de
cada individuo.
° Es impresionante como gastamos más tiempo, energía
y dinero, tratando de encajar, en lugar de invertirlo en lo que de verdad
importa que es, aceptarse y quererse a sí mismo.
Yo manifiesto que hoy en día la mercadotecnia bombardea
estereotipos provocando obsesión y un amor mal enfocado en sí mismo.
Como si
una talla menos, la tez mas blanca o la ropa de moda te hiciera una persona
perfecta que gana aceptación y sobre todo amor.
Si se maneja una
publicidad basándose en situaciones reales no habría estereotipos, prejuicios
sociales ni autodestrucción.